La exposición al mundo natural y sus áreas verdes siempre es ideal para la recreación y distracción del ser humano, lo cual se ha comprobado que genera innumerables beneficios para la salud tanto física como mental, balanceando un estilo de vida en donde el contacto con la naturaleza sea tan importante como cualquier otro aspecto, sin embargo, y aunque parezca extraño, en el último tiempo reciente la permanencia durante largo tiempo en estos espacios puede tener consecuencias nocivas.

Estos paisajes al ser zonas en su mayoría completamente naturales, albergan y reciben distintas especies de animales, entre los cuales pueden aparecer insectos y zancudos que son transmisores de infinidad de enfermedades perjudiciales para la salud humana, ante ello, la acción más aconsejable es la aplicación de repelentes contra plagas, pero aun así no existe garantía total de la protección de estos.

Muchos de estos insectos pasan desapercibidos por su pequeño y hasta en ocasiones diminuto tamaño, pero esto no evita ni minimiza el daño que puedan ocasionar, tal situación se presenta con las garrapatas de venado, no confundirlas con las garrapatas comunes que se encuentran en los perros.

Esta especie de ácaro, conocido también por sus patas de color negro, son transmisores de una bacteria que a su vez, causa una patología de la que aún se sigue desconociendo en muchos casos pero que causa consecuencias contraproducentes para el organismo humano, afectando las capacidades básicas para el libre desenvolvimiento del afectado.

Nos referimos a la enfermedad lyme, una infección descubierta y nombrada como tal entre 1975 y 1977, como resultado del diagnóstico arrojado por el estudio de poco más de 50 pacientes, los cuales presentaron extraños casos de artritis con síntomas mucho más fuertes y pronunciados que los convencionales, en tres condados de los Estados Unidos; Old Lyme, Lyme y East Haddam, pertenecientes al estado de Connecticut.

Esta afección es provocada por la mordedura de una garrapata infectada, la cual se adhiere a la piel y al tener un tamaño tan mínimo, se vuelve casi imposible poder detectarla para el ojo humano, y no solo no es vista sino que además en muchos casos la persona ni siquiera siente el momento en la que esta entra en contacto con su piel y procede a realizar la posterior picadura.

Del mismo modo, hay que aclarar que solo una cantidad mínima de estas garrapatas están infectadas con la bacteria Borrelia burgdorferi, la cual es la transmisora directa de la enfermedad, igualmente, para que el acaro logre su cometido de transmitir la bacteria al torrente sanguíneo humano necesita estar pegada a la piel por un periodo de al menos 24 a 36 horas.

Por lo tanto, transmitir la infección no es algo tan sencillo, así que a manera de prevención, lo más sensato en la búsqueda minuciosa de estos animales por todo el hogar, aunque parezca una tarea difícil de realizar, hay que tener en cuenta que alejar a la enfermedad es lo principal en estos casos, sin olvidar ningún espacio incluyendo la ropa y los zapatos, así mismo, una revisión exhaustiva del cuerpo también es necesaria para descartar la presencia del animal.

Sin duda alguna, la prevención de esta enfermedad supone todo un reto, ya sea por la dificultad para lograr capturar uno de estos ácaros o por la dedicación y calma que hay que emplear para su búsqueda.

La garrapata de venado se propaga en el invierno

Sumado a esto, hay que recomendar que durante la época invernal, que es donde se suelen propagar con más fuerza, se evite transitar por áreas zonas naturales con mucha vegetación, al igual que en partes que mantengan humedad constante a lo largo del año, ya que este es el hábitat preferido de las garrapatas.

Respondiendo alguna de las inquietudes que se pueden presentar al momento de conocer un poco más sobre la patología, hay que decir que puede atacar varias veces a una misma persona, ya el cuerpo aún no está preparado para desarrollar los anticuerpos que garanticen la superación total de la misma, así que, si se es mordido por una de estas garrapatas infectadas en distintos periodos, lo más común es que la enfermedad se presente.

Por el momento, el avance de la medicina ha llevado que por medio del suministro de antibióticas y una oportuna asistencia médica se logre tratar la enfermedad y garantizar la recuperación, en su mayoría, de los casos afectados.

El diagnóstico y tratamiento adecuado de esta y otras enfermedades infecciosas es realizado en el centro de salud, Biosalud Day Hospital, quienes ofrecen un servicio de primera clase, a través de especialistas en la materia, con una trayectoria impecable desde su fundación en 1985, experiencia por la cual se les considera como uno de los líderes en el tratamiento de estas patologías.

Contando con la aplicación de exámenes especializados para detectar la presencia de bacterias de este tipo en el organismo y su posterior eliminación del mismo.